Después de haber establecido firmemente al Vaticano II como ambiguo en sus documentos, Atila Guimarães comienza ahora a investigar el espíritu del Concilio , según el cual esas ambigüedades deben entenderse. Para ello, nada mejor que escudriñar los debates reales del Concilio, los discursos de los prelados y las propuestas de los teólogos en la redacción de los documentos. Esto es lo que hace el Volumen II. Además de los pronunciamientos papales clave, también se estudian las principales personalidades posconciliares.

 ¿Cuál es el resultado de esta búsqueda académica? ¡No es una imagen reconfortante!

 El autor muestra que muchos de esos prelados y teólogos expresaron sorprendentemente amargos resentimientos contra la Iglesia católica. Insultan su pasado militante, estructura monárquica, dogmas estables, moral coherente, liturgia solemne, etc. Incluso teorías ultrajantes como la apología de la traición y la Iglesia como casta prostituta son propuestas por quienes deberían defenderla.

 Es este espantoso conjunto de ofensas que se ofrece al lector bajo el título Animus Injuriandi I   como un componente del espíritu del Consejo .

 Guimarães también ofrece a los lectores dos Apéndices:

 El Apéndice I es un estudio de 77 páginas que muestra el papel del libro Casta Meretrix (La Iglesia como una prostituta casta) de Hans Urs Von Balthasar en la embestida de miserablismo en la Iglesia durante varios siglos. ¡Este estudio en sí mismo vale el precio del libro!

 El Apéndice II presenta una macabra 'letanía' de ofensas, una lista, capítulo por capítulo, de los ultrajes cometidos contra la Santa Iglesia. Se titula Improperia porque recuerda los lamentos de la Pasión.

 Una obra indispensable para todo aquel que quiera comprender el Vaticano II.

 Haga clic en los enlaces para encontrar el índice de Animus Injuriandi I y laIntroducción al Apéndice I